Los problemas siempre vuelven
Bella pov
Estaba tan feliz de que Edward me haya aceptado sin ninguna clase de escepticismo, realmente nunca me había sentido tan feliz, incluso ahora cuando estaba arreglando el departamento me sentía contenta el solo pensar lo comprensivo que era conmigo.
La realidad había vuelto y el tenia que cumplir con su trabajo, por ahora no habíamos hablado de volver a ese lugar pero, con el a mi lado no me importaría tener que hacerlo.
Cuando estuvo todo listo me recosté en la cama para descansar un poco la verdad con tanta actividad sexual no podía descansar mucho mis parpados se cerraron de inmediato y entre en un sueño profundo.
Estábamos el y yo en un prado bañado por flores, la luz de sol bañaba su piel, su cabello cobrizo resaltaba y realmente mientras lo miraba pensaba que era un ángel.
Te amo, las palabras estaban ahí en mi garganta pero no podía decir nada cualquier palabra arruinaría el momento estaba feliz por fin me sentía feliz completa llena, cuando una maldita alarma sonó y me saco del país de las maravillas.
Desperté rezagada y confundida tantee con mi mano el maldito teléfono y cuando descolgué y pregunte hola, no escuche nada pero, sabia que había alguien del otro lado de la línea.
Pregunte varias veces pero nada hasta que colgó, colgué confundida y volví a acostarme, cerré mis ojos y al minuto siguiente de nuevo el teléfono, volví a contestar pero nada.
La paciencia se me estaba agotando a la quinta vez ya no fui tan condescendiente se me evaporaron los buenos modales.
_ ¿porque no te dejas de molestar? ¿Acaso no tense algo mejor que hacer? ¡Ándate a trabajar!_ dije ya furiosa y escuche una risa melodiosa del otro lado de la línea.
_que bueno que la gatita tenga sus garras te encontré Bellita_ o no esto no podría traer nada bueno, cuando reconocí su voz comencé a sudar frío, no podía ser simplemente no podía ser.
¿Pero como? ¿Cuándo? ¿Por qué? ¿Acaso la pesadilla no terminaría mas? ¿Acaso jamás iba a dejar de molestarme? Esto no podía ser nada bueno.
Las lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos sin control mientras sostenía el auricular con el tu tuu, el maldito tu tuu, que me hacia recordar una y otra vez que estaba totalmente perdida.
Mi castillo de naipes era soplado de una manera cruel, el tormento volvía a aparecer y sobre todo lo lastimaría a el, si me encontraba no podía dejar que eso pase, así que sin pensarlo mucho me vestí tome mis pocas cosas y escribí una carta mientras gruesas lagrimas se derramaba de mis ojos plasmándose en el papel, en esta carta dejaba lo poco que quedaba de mi pero lo hacia por su bien tenia que sacarlo de este maldito mundo en el que yo estaba no podía permitir que algo lo tocara a el.
Así que hacia lo hice completamente destrozada y con las lagrimas recorriendo a raudales mi rostro salí de esa casa dejando mi corazón allí junto a el, junto al amor de mi vida.
Poco duro mi caminata cuando sentí su presencia detrás de mi, me voltee y allí estaba con su mirada triunfal con su sonrisa sarcástica.
_buena chica_ dijo y cerré mis ojos este sin duda era mi fin.
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no maten a la chica que escribe porfis no sean malitas ¿que les parecio? pobre bella ¿no? ¿quien la habra encontrado? ¡teorias niñas! muak se las quiere
