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sábado, 5 de febrero de 2011

Robandome tu amor, prologo



Sumary: Edward tubo una vida dificil y se combierte en uno de los ladrones mas buscados un fantasma ante la sosiedad Bella es una chica de alta sosiedad, honesta y dulce que termina cruzandoce en su camino pero las cosas se complican de una manera que ambos no esperaban.

Prologo


Edward pov


La vida se trata de decisiones, la mas minima decisión de hoy puede predecir que serás el día de mañana, un solo movimiento en falso puede ser el final de todo tu mundo, un error decide que clase de hombre te convertirás el día de mañana, el hombre mas bueno puede volverse la peor escoria, en mi caso no tuve otra opción.

Empecé con pequeños pasos como se empieza todo, un camino que se va torciendo cada vez mas, no puedo decir que no pude eligir el camino de sacrificio y entrega pero cuando se van acumulando las cuentas, cuando tu hermana menor te dice que tiene hambre, cuando tu madre es una alcohólica y no tenes ni la menor idea para seguir adelante te vuelves esto que ahora era yo.

Intente continuar, en verdad lo intente pero, no tuve una alternativa mejor que el camino fácil, como siempre uno elige lo fácil en vez de lo complicado.

Así decidí yo mientras miraba el vidrio de aquella tienda, mi corazón latía desenfrenado la sangre fluía con fuerza debido a la adrenalina y ahí estaba yo con varios días sin dormir con ojos de animal herido, con la bronca pugnando en mi cuerpo.

Así empecé, yo tome la decisión fácil, elegí este camino, sabia lo que tenia que hacer, cuando entre encapuchado a esa tienda, sabia el miedo de la cajera, el terror en sus ojos ¿pero importaba? No realmente no importaba, cuando tienes 12 años y una familia que mantener, no importa cuando pasas frío, hambre, penurias cuando lo único que tenia que hacer era vivir una vida normal como cualquier chico de mi edad.

Me temblaba la mano, tenia miedo pero, mi realidad era mas fría y más cruda, las limosnas no alcanzaban y yo ya no podía esperar más, mi familia no podía esperar mas.

Apunte la cabeza de la cajera, hablaba nervioso mientras sentía que el reloj iba cada vez mas rápido, las decisiones hacen a un hombre y a mi me hicieron lo que soy hoy.

¿Quién podría pensar que ese chico que corrió en medio de la lluvia con la adrenalina a flor de piel embriagado por lo que había echo se convertiría en lo que era el día de hoy? Nadie podía haberlo sospechado que el chico tierno y educado que se encargaba de su hermanita de 7 años que la vestía, peinaba y arreglaba porque su madre estaba demasiado ebria para responder por nosotros ¿se hubiera transformado en esta cosa? Nadie podía haberlo adivinado.

Ahora era jefe de los fantasmas Embry, Jasper y Jacob eran mis hombres de confianza, juntos dábamos los mejores golpes a bancos, museo y todo lo que se nos ponía en vista, nuestro jefe el Sr. oscuro, un mafioso de los grandes que jamás habíamos visto su cara nos daba los lugares para hacer el golpe.

Yo era la cabeza del grupo, el planificador, de mi dependía la seguridad de mis compañeros, dependía la oportunidad de salir bien y terminar definitivamente mal.

En mis hombros descansaban las cosas y yo no podía dejarlos solos era mi responsabilidad, ellos eran mis mejores amigos y juntos habíamos sido arrastrados a este mundo Embry por ejemplo tenia Vanesa o su Nessie como le decía el de manera cariñosa.

Esta estaba embarazada y faltaba poco para que tuviera el bebe, el dentro de poco abandonaría el grupo y todos estábamos felices por ellos, perdería a un gran colega pero era por la felicidad de mi amigo.

Todos teníamos pasados y presentes pesados pero aun así éramos buenas personas, si éramos ladrones y los más buscados pero desaparecíamos con facilidad, éramos inexistentes.

No teníamos nombres, no teníamos rostros, por eso éramos los fantasmas y esa reputación era vigente en nuestros golpes a la ciudad.

Esta era mi vida, estos éramos nosotros solo unos chicos, había llegado a los 25 años y había vivido una vida precoz, era un maleante y este era mi mundo yo no podía cambiar lo que era ni tampoco iba fingir ser otra cosa, atrás quedaron los sueños de ser concertistas de piano, atrás mis sueños de medicina este era mi nuevo mundo el del anonimato y no planeaba cambiar la situación que tenia.

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bueno niñas este es mi nuevo fan fics espero que les guste y lo apoyen :-)

miércoles, 2 de febrero de 2011

Gritos en la oscuridad, dejandote ir




Dejándote ir

Riley pov

La solté porque no tenia caso seguir insistiendo, ella ya no me miraba con amor, podía intentar ganarme su corazón nuevamente pero, no sabia cuanto tiempo podría mantenerla viva sin que Victoria nos encuentre, Bella se aovillo en la cama, tapando su hermoso rostro para que no la vea se agarraba tan fuerte las piernas que sus nudillos estaba blancos ¿Qué demonios estaba haciendo? ¿No me era suficiente con el hecho que por culpa de mi cobardía ella había perdido todo?

No podía seguir haciéndole daño, ya no quedaba nada del amor que antes me miraba y si no quería ganarme su odio debía dejarla ir. Por mas que me doliera en el alma debía dejarla, era lo único bueno que podía hacer por ella.

_bella, amor ¿quieres que te deje tranquila?

_por supuesto que quiero eso_ me dijo con convicción, mientras me miraba de manera intensa, entonces me rendí ya no podía seguir haciéndole mal.

_bien_ dije mientras la levantaba de la cama, ella me miro alarmada ya no confiaba en mi, me dolía pero, lo tenía bien merecido.

Seguí caminando a paso normal con ella, disfrutando los instantes que nos quedaban juntos, después de esto desaparecería de su vida. Su olor como siempre me mareaba.

Llegamos costeando la carretera, lo sabia por los ruidos de los autos, se que ella todavía no podía escucharlos pero pronto los encontraría, la solté y ella me miro confundida.
_ ¿Qué planeas ahora Riley? ¿Vas a matarme a quien en medio del bosque?_ yo respire frustrado, claro me merecía su actitud, después de todo me la había ganado.

_no te are nada, solo… te dejo en libertad, no eres feliz a mi lado y no voy a obligarte a que me ames pero, si hay algo de cariño aun en ti quiero pedirte que no me odies_ ella me miro extrañada como si le estuviera hablando en otro idioma.

_ ¿que… que me estas pidiendo?_dijo ella con la voz ahogada.

_que no me odies por mi cobardía, por haberte dejado sola, por haberme conocido, por todas las cosas malas que te pasaron a cruzarte en mi camino pero, créeme una cosa Isabela eres, fuiste y serás el amor de mi existencia, se que no lo creerás, debido a todo lo que te sucedió a mi lado pero es la pura verdad, ahora con todo el dolor que me causa te dejo ir para que hagas tu vida, con quien escojas, yo no interferiré pero, créeme si alguna vez me necesita prometo estar, ni cielo, ni tierra, ni la misma Victoria podrá detenerme…_ dije rozando con mi mano su mejilla, la mire a los ojos, siendo totalmente sincero en ese momento y ella me regalo una media sonrisa, era todo lo que necesitaba para dejarla ir.

Me aleje unos pasos de ella, luego de dejar un beso en su delicada frente, todo en ella me recordaba lo cobarde que había sido al dejarla sola afrontando todo esto, este era mi único acto de verdadero amor que había echo por ella desde que la conocí.

Inicio de flashbacks

Era como todos los días en Forks lluvioso y sin un ápice de luz en el cielo, otra vez tenia que cumplir con mis horas extras en el restaurante, solo quería llegar a mi casa, abrazar a mama y comer algo decente no esta comida sin gracia.

Cuando entro ella, con su cabello chocolate goteando por la lluvia, casi oscuro, su capucha, frotándose sus dedos por el frío, estaba como nerviosa, si así se puede decir.

Me acerque para intentar ser amable pero se me callo la bandeja y ella se apresuro a agarrarla y nos golpeamos la frente, ambos nos miramos y nos reímos por la situación tan tonta, yo me quede perdido en sus hermosos ojos chocolate.

_me llamo Bella un gusto_ dijo esta con una sonrisa reluciente y cegadora extendiendo su pequeña mano hacia mi.

_y yo Riley el gusto es mío_ dije estrechando su mano, mientras ambos sonreíamos.

Fin de flashbacks

Ahora todo eso me parecía tan lejano, mientras dejaba mi último vestigio de humanidad, mi corazón junto a ello, solloce en silencio, sabiendo que no podía llorar por más que lo quisiera.

_ ¡Riley!_ dijo y me voltee con el corazón, que si hubiera latido lo hubiera echo ella me miro y me regalo una sonrisa genuina ¡que hermosa era!

_gracias_ dijo y se volteo y yo murmure de nada y me eche a correr.

Dejaba mi alma a su lado, mi bondad todo con ella y no me arrepentía, porque ella me había dado los mejores momentos de mi vida humana y de esta existencia maldita.

Ella había iluminado mis días oscuros y lo menos que merecía de mi era que la dejara ir, lamentaba todo lo que le sucedió y jamás me lo perdonaría a mi mismo pero, verla con ese nuevo brillo en los ojos me hacia feliz, después de todo uno de los dos puede ser feliz.
Así que la deje marchar porque ella y nadie mas que ella merecía ser feliz y aunque sentía como que me despedazaban, no importaba amaba a Bella y por amor uno tiene que dejar ir.

Luna roja, bailando sobre clavos




sumary: aveces la idea del lobo esta sobrevalorada, Bella lo comprendera cuando su vida de un vuelco inesperado e irrevocable.





Bailando sobre clavos


Bella pov

Nunca fui una niña con muchas luces, más bien siempre fue un poco tonta. Pero si tenia mucha personalidad, eso lo disimulaba, además era la cantante de una banda de rock muy popular en mi secundaria, eso también ayudaba.

Era la típica chica tonta que soñaba con el príncipe azul y creía en todas esas zanateces que nos hacían creer nuestras madres con los cuentos de hadas. No se porque hacen eso las madres ¿no ven que quedamos trastornadas? Es que nos creemos todo lo que nos dicen.

Bueno volviendo a mi vida, soy buena chica tengo mis dos mejores amigos que me dicen la verdad sin importar cuanto me duela, así sin anestesia a lo crudo como se debe decir. 

Estaba el inteligente Jasper que siempre analizaba todo y Rose la chica que todos etiquetaran por zorra la roba novios profesional, y yo la chica de pocas luces simpática, buena y mas simple que calabaza en un campo.

No era nada especial, talvez algo bonita pero wow no era Carmen Electra, ni nada por el estilo. Me gustaba mucho el nuevo alumno de intercambio Edward Cullen ese si era la definición de príncipe azul, iba a una clase de matemática conmigo. Y ¿adivinen que? Ni me miraba.

El era de un cabello cobrizo, alto, musculoso pero no tanto, tez blanca y de unos increíbles ojos verdes y salía con la otra ramera del colegio que encima lo engañaba, yo no se como el no se daba cuenta. Cuando estaba cerca de el sentía que baliaba sobre clavos y que cada palabra que cruzábamos era como encrustrarme los clavos en los pies y valla que dolía.

En fin soy una perdedora pero, algún día eso iba a cambiar creo. Este día estaba emocionada se acercaba la batalla de bandas y nos daban permiso para poder cantar 5 canciones yo pensaba hacer la ultima canción un cover del tema Misery Business de Paramote y dedicárselo a la ramera de Tanya la novia de Edward. Me reía internamente con la perspectiva de verla furiosa mientras le decía que era una perra cualquiera en la canción.

Solo faltaba dos semanas para la gran noche, había buenas bandas y estaba difícil ganar pero, con mi banda los haríamos polvo a todos.
Ese día luego de la tortuosa hora de matemática nos fuimos a tomar unas cervezas y pasaba la noviecita de Edward con una minifalda que se le veía el alma sin ni siquiera agacharse y una musculosa fina y blanca no llevaba sostén entonces se le notaban los pezones. Mis amigos comenzaron a gritarle de todo y la muy yegua sonreía y agitaba sus nalgas, yo tenía tanto asco y bronca que si hubiera tenido una pistola le hubiese volado la tapa de los sesos, si es que los tenía pero, seguro tendría tanta mala suerte que la muy maldita seguiría viva.

-           oye Bella tu te verías muy bonita con esa ropa.

-           Cállate Ben la ropa de prostituta barata no va conmigo.- le dije molesta a mi amigo.

-           Mira esas nalgas Embry lo que uno podría hacer con eso.
-           Imagínate montando a esa yegua.

-           Y contagiarte de SIDA porque esa seguro tiene la plaga.- le decía yo a Ben, Embry y Alec.


-           Y bueno moriría feliz sudando en un cuarto de hotel con ella encima de mí. – decía alegremente Alec mientras los demás asentía tomando otro trago de cerveza.

Yo hacia una mueca de asco y echaba un sorbo a mi porrón de cerveza. Seguía con la cabeza perdida en las nubes mientras cubrían por completo al sol. Definitivamente ese chico jamás se iba a fijar en mí ¡por favor! ¿Cambiar a una profesional por una virgen? Ni modo debía dejar de hacerme ilusiones ¿Qué pasaría si yo le pinchara una goma a esa yegua? Seguro le explotaría la silicona hacia todos lados salpicando la cara de todos, sonreí sobriamente mientras me lo imaginaba.

-           Seguro que si le exploto una goma no la van a querer más.

-           Bueno tendría un aspecto menos apetecible pero, aunque se quede plana le doy.


-           ¿Y si le sacamos los kilos de maquillaje?

-           Ahí si no se que saldrá.


-           Piénsenlo sin todo eso capaz que la mina tiene 80 años que devora a jóvenes idiotas como ustedes compañeros.

Y todos se rieron ante mi comentario, y me tiraron las chapitas de cerveza luego yo se las devolví y cuando íbamos a mi casa nos cruzamos con Edward y su grupo de idiotas. Mis amigos comenzaron a burlarse de mí diciéndome que no me desmayara o haciendo gestos obscenos sobre lo que debería hacerle para que se fije en mí.

  -     oye Edward hazme tuya ¡o si! ¡Yes, yes, yes! Oh ¡metemela toda Eddie que soy una perra virgen!

  -     ¡ya basta! No seas idiota Alec.

  -      ¡que delicada! Con tu novio que se en cama con la diosa de Tanya, amiga el no se va a fijar en ti.

  -      es cierto tendrás mas jugadores en la cabeza que ese minon infernal pero, no se va a fijar en ti.

  -     como amigos te decimos la verdad.

  -     lo se no me hago ese tipo de ilusiones no soy idiota, ando con idiotas y me parezco a una idiota pero no lo soy.

  -    he amiga eso es muy ofensivo.

  -    ustedes se lo buscaron.

Y pasamos enfrente de Edward que se detuvo y me llamo. ¡Que extraño! Pensé yo ¿Qué querrá? Y mis amigos seguían con sus burlas imitando besitos que yo tenia que darle a Edward. Me dirigí hacia el otra vez los clavos que atravesaban mis pobres pies.

Cuando llegue a su lado el tenia una gran sonrisa en el rostro. ¡Wow! Pensé yo pero ¡que sexy! Llevaba una campera de cuero y una musculosa ajustaba que dejaban marcados sus abdominales y un jeans algo gastado ceñido al cuerpo.

  -     hola Bella

  -      hola Edward ¿Qué quieres?

  -     me preguntaba si participaras del concurso de bandas.

  -     si lo are ¿por?

  -     ¿me dedicarías una canción?

  -     ¿Quién yo?

  -     pues claro, a mi me encanta tu música y seria muy feliz si me dedicaras una canción, es que ese día es mi cumpleaños.
Dijo con el tono justo de inocencia y me miraba con sus hermosos ojos verdes y su mejor sonrisa compradora, yo me quede tonta mientras lo veía y luego de sacudirme la cabeza volví a ser yo.

-           claro, te dedicare una canción.

-           Muchas gracias estaré muy agradecido contigo soy un gran admirador tuyo.


-           Bueno, de nada.

-           Nos vemos luego.


Me quede medio estupida mirándolo ¿Edward admirador mío? debo estar derrapando y sentí a Embry arrastrándome fuera de allí.

-           vuelve en ti Bella.

-           ¿estoy alucinando?


-           No ¿Qué te dijo?

-           Creo que acabo de tener una sobredosis.


-           Te dije que no, contesta.

-           Me dijo que es mi admirador, que le encanta nuestra música y que quiere que le dedique un tema.


-           ¿y lo harás?

-           Obvio, que si.


-           ¿Cuál?

-           Misery Business.


-           ¿Por qué?

-           Es mejor que se lo dedique a el que a ella así sabrá que su novia es una maldita perra y sabrá que hace más de ocho meses que lo espero.
-           Si tú lo dices.

lunes, 31 de enero de 2011

Inmortal, un poco mas de ti





Un poco mas de ti


Me parecía hermoso oír este verso en su boca, sus mejillas estaban sonrosadas y mi hermano miraba como un idiota el rostro de Nashka. Yo hubiera hecho lo mismo es que era tan bonita, tan apetecible. 

Para comérsela a besos y sonreí amargamente ¿podría besarla sin lastimarla?  ¿Acaso ya había caído inevitablemente bajo su encanto natural? Y suspire talvez ya había perdido totalmente la razón cuando la conocí.

Comencé a divagar me la imaginaba con el bello vestido de 15 que vislumbre en la mente del no humano,  bailando un eterno vals con nuestros cuerpos tan juntos mi mano rodeando su cintura, sus mejillas sonrojadas, sus dulces ojos fundiéndose en los míos, mi mano apresando la suya, su brazo descansado en mi hombro, miles de velas a nuestro alrededor y la luna la única testigo de nuestro amor.

Ella danzando levemente a mi alrededor como uniéndose a un baile ancestral como los de la corte en la antigua época. Sublime, realmente sublime y por ultimo mi boca sobre la suya sellando mi amor para siempre en ese beso.

Me sacudí la cabeza disipando esas imagines que echaban raíces como la hierba mala en mi corazón y en mi mente.

Necesitaba verla, me escabullí cuando toco la campana y la observe desde las sombras mientras el nuevo no humano se reunía con ella, yo destroce la rama de un árbol cuando este la abrazo.

-          ¡están aburrida la vida aquí!

-          No digas eso yo me siento mejor aquí que allá.

-          Es por que tu escapas del pasado yo no tengo pasado para escapar a estos suburbios.

-          Tienes razón debo ser una cobarde

-          No lo eres cualquiera en tu lugar aria lo mismo que tu.

-          Huir no es una opción pero era necesario todo me recordaba lo mal que la pase allí.

-          No todo fue tan malo.

-          Para mí si lo fue.

-          Vamos deja de ser tan pesimista ¿salimos?

-          Tú sabes que no me gustas.

-          No pierdo las esperanzas de que te enamores de mi siempre lo haces tan difícil.

-          Tú eres el necio.

-          Yo no soy necio solo masoquista pequeña Nashi.

-          No me digas así el me decía así.

-          Lo lamento pero, han pasado 2 años de su muerte y para el apenas existías no entiendo porque lo amabas tanto, te aferras a su partida en cuerpo y alma no es bueno para ti.

-          Lo se pero el siempre era tan bueno tan perfecto el ideal de toda chica.

-          Lo tenias muy idealizado.

-          ¿vas a negarme que era una excelente persona?

-          Era un idiota con las mujeres, para el eran descartables.

-          No esta bien que hables de ese modo de tu amigo.

-          Porque era mi amigo es porque se lo que te digo, el era un canalla y a ti te hubiera usado y descartado como a un juguete mejor que no se fijo en ti.

-          En no hubiera hecho eso.

-          Si lo hubiera hecho.

Ella se molesto mucho con el y se alejo de el no quería seguir oyendo como denigraba al que fue el amor de su vida. El no humano sonrió cuando la vio yéndose a zancadas y echando chispas de la estancia.

-          como el gatito que se cree tigre ¡que adorable!

Dijo el en voz baja y así era ella era como un inofensivo gatito que se creía tigre.
Yo la seguí hasta que se fue cerca de su moto, acariciaba la carcasa de la maquina con anhelo mientras suspiraba. Me acerque lentamente saliendo de las sombras trataría de conocerla un poco mas pero, no por los pensamientos de otro.

Cuando me vio ella, tomo un tono tan bonito en sus mejillas y se enderezo parecía nerviosa, trago saliva y se apoyo en la moto. Yo le sonreí para infundirle ánimos ella se quedo anonadada y la electricidad zumbo con fuerza. Podría acostumbrarme a ello a esta electricidad si era el precio para estar junto a ella.

-          hola.

-          Hola.

-          Me llamo Vladimir Halen, tu debes ser Nashka.

-          Si, gracias nuevamente por evitar que me lastimara.
-          Es un placer.

-          No venias.

-          Me ausente por problemas personales.

-          Ah

Y se puso pálida luego sin previo aviso callo desmayada en mis brazos, la sujete para que no se lastimara parecía muy débil y la lleve a la enfermería. Al llegar la enfermera le puso una bolsa fría en la cabeza poco a poco Nashka fue recuperando el color en sus mejillas hasta que abrió los ojos. Estaba molesta conmigo por haberla llevado a la enfermería.

 -     no tenias que haberme llevado a la enfermería.

 -     estabas muy débil encima te desmayaste ¿Qué podría hacer yo?

 -     nada dejarme ahí hasta que se me pasara no me hace gracia que me salves todo el tiempo.

 -     no podía hacer tal cosa.

 -     si podías.

 -     no lo iba a hacer.

Ella no me dijo mas nada cuando salimos de la enfermería no le gustaba sentirse débil pero, todo en ella me recordaba lo débil y frágil que era.Caminamos en silencio hasta el aparcamiento y ella se dio vuelta para mirarme directamente cuando estuvimos junto a su moto.

-          no soy desagradecida, gracias otra vez.

-          No te preocupes.

-          Es que no me gusta sentirme débil.

-          ¿estas comiendo bien?

-          La verdad es que últimamente a duras penas vivo.

-          No debería ser así.

-          Pero, así es mi vida es un desastre.

-          Lamento oír eso.

-          No te preocupes es la historia de mi vida.

-          Suenas tan triste.

-          Así me siento últimamente.

-          La vida no es tan mala.

-          Si tuvieras que cargar con la muerte de tus padres también te sentirías del mismo modo que yo.

-          Tú no fuiste la responsable de lo ocurrido.

-          No es lo mismo que dicen los ojos de mi hermano cuando lo miro.

-          El no debería hacerte responsable por eso no es justo.

-          ¿es que nadie te lo dijo? La vida no es justa.

Y se subió con agilidad a la moto yo la mire estupefacto la culpaban por la muerte de sus padre pobrecita. El motor rugió bajo su cuerpo ella sostuvo las moto con sus piernas y se coloco el casco y los guantes.

  -     la vida no es tan mala. -  vocifere encima del ruido de esa maquina ella volteo levemente su cabeza y levanto la tapa del casco, con una expresión divertida me dijo.

 -     si después de todo por lo menos respiro y puedo montarme a esta monstruosidad.

No pude evitar sonreír por los motivos que ella consideraba que valían la pena respirar, ella se bajo la tapa del casco y yo me retire un poco de su lado el motor volvió a rugir con fuerza y ella puso la moto en marcha con un estruendo que chillo contra el pavimento, giro la moto con un pie todavía en la cera y el humo impacto en mi rostro escuche su risa entre el run run del motor y se puso en marcha. Yo me que de clavado en ese lugar absorbiendo el olor de ella mezclado con el de la nafta que despedía la moto rebotando en el ambiente, era un olor delicioso que ningún humano podía apreciar. 

Ella era deliciosa como si el cielo se arremolinara a su alrededor causando una danza cósmica resaltando su absoluta belleza. Me aleje lentamente arrastrándome hasta mi auto mi hermano llego de la nada y me sobresalto, estaba demasiado metido en mis ensoñaciones como para prestarle atención a sus pensamientos y así darme cuenta de su presencia.

-          siempre hay una primera vez para todo.

-          No estaba prestando atención.

-          Se nota ¿otra vez con en angelito triste?

-          ¿Cómo sabes eso?

-          Cualquiera se da cuenta del peso que carga en su espalda.

-          No me gusta verla así.

-          Y ¿a quien si? Ella más que ninguna chica merece ser feliz pero, el destino insiste en complicarle la vida.

-          Eso parece me gustaría hacer algo por ella.

-          Hermano eso no esta en tus manos ella solo tubo mala suerte y un pasado tortuoso lo que puedes hacer es intentar aligerar la carga.

-          ¿tú dices?

-          Si hay que ver si ella se deja.

Las palabras de mi hermano retumbaban en mi cabeza rebotando en mi cerebro, “aligerar la carga” pero, ¿de que modo podría yo hacer eso? No sin duda mi presencia en su vida aumentaría el peso de su carga solo complicaría aun mas las cosas pero aun así tenia deseo de entrometerme en su vida y la idea se metía en mi interior como la mala hierba.

La noche llego muy lenta estaba con deseos de volver a meterme en su pequeña habitación y observarla dormir. Cuando fui a su casa esa noche ella estaba intranquila como la anterior noche que estuve aquí su olor golpeo  mi cuerpo y la electricidad se arremolino con fuerza, ella daba vueltas en su cama y pude apreciar detenidamente la cicatriz en su cuerpo, la camiseta sin mangas que llevaba estaba levantada por los movimientos que ella hacia sobre la cama. 

El dragón se extendía por el contorno de su cintura y moría en su espalda, estaba encarnada a su piel como si siempre hubiera estado en su cuerpo. Pero, algo en su marca me hacia pensar que fue causada intencionalmente, no era como si se hubiera quemado accidentalmente y hubiera tomado forma de dragón, era como un recordatorio un signo de pertenencia como el que le hacen a las reses para comprobar que tienen dueño. 

Pero a mi no me cabía en la cabeza ¿como alguien podría querer lastimarla de ese modo a una criatura tan inofensiva y hermosa como ella? Me aproxime un poco mas y esta vez la electricidad no azoto mi cuerpo, avanze otro paso y estuve a unos centímetros de ella.

-          Leandro vuelve a mí…

Mascullaba entre sueños, otra pesadilla deduje y ella extendió su manos como queriendo tomar algo de la nada, no pude contenerme y roce su calida mano con mis dedos, la electricidad subió por mi brazo y sacudió mis huesos, ella entre abrió los ojos por mi gélido contacto y yo la mire fijamente a los ojos cuando ella pestañeo yo ya había desaparecido en el interior de su armario resguardándome por las penumbras de la habitación ella se sentó en la cama y la electricidad reboto contra las paredes enviando chispazos azules en el aire buscando con hostilidad al intruso el aire se sintió denso y ella se tumbo en la cama. 

La electricidad dejo de azotar las paredes y se calmo todo en unos minutos ella recupero la cadencia de su respiración y volvió a dormirse pero, esta vez sin pesadillas. Era muy arriesgado continuar a su lado esta noche y más con la electricidad presentándose como un ente hostil a mí alrededor. La mire con anhelo y salte por su ventana, corrí toda la noche sin rumbo fijo solo para sentir el azote del viento en mi cuerpo. 

Cuando llego el amanecer supe en ese momento que no podría verla no por lo menos en el instituto, los rayos del sol enviaban miles de arco iris sobre mi piel, hoy saldría el sol y permanecería en las sombras observándola. Fui a mi casa y me cambie y la mire preparándose para el colegio. Desayunó algo sencillo mirando ausentemente como los rayos del sol tocaban su bella piel. Su cabello tenía tonos dorados y rojos bajo la luz del sol ¡hermosa! Pensé imaginando tocar con mis dedos la suave textura de sus cabellos. La mano me hormigueó de deseo ante la sola idea de tocarla.