Dejándote ir
Riley pov
La solté porque no tenia caso seguir insistiendo, ella ya no me miraba con amor, podía intentar ganarme su corazón nuevamente pero, no sabia cuanto tiempo podría mantenerla viva sin que Victoria nos encuentre, Bella se aovillo en la cama, tapando su hermoso rostro para que no la vea se agarraba tan fuerte las piernas que sus nudillos estaba blancos ¿Qué demonios estaba haciendo? ¿No me era suficiente con el hecho que por culpa de mi cobardía ella había perdido todo?
No podía seguir haciéndole daño, ya no quedaba nada del amor que antes me miraba y si no quería ganarme su odio debía dejarla ir. Por mas que me doliera en el alma debía dejarla, era lo único bueno que podía hacer por ella.
_bella, amor ¿quieres que te deje tranquila?
_por supuesto que quiero eso_ me dijo con convicción, mientras me miraba de manera intensa, entonces me rendí ya no podía seguir haciéndole mal.
_bien_ dije mientras la levantaba de la cama, ella me miro alarmada ya no confiaba en mi, me dolía pero, lo tenía bien merecido.
Seguí caminando a paso normal con ella, disfrutando los instantes que nos quedaban juntos, después de esto desaparecería de su vida. Su olor como siempre me mareaba.
Llegamos costeando la carretera, lo sabia por los ruidos de los autos, se que ella todavía no podía escucharlos pero pronto los encontraría, la solté y ella me miro confundida.
_ ¿Qué planeas ahora Riley? ¿Vas a matarme a quien en medio del bosque?_ yo respire frustrado, claro me merecía su actitud, después de todo me la había ganado.
_no te are nada, solo… te dejo en libertad, no eres feliz a mi lado y no voy a obligarte a que me ames pero, si hay algo de cariño aun en ti quiero pedirte que no me odies_ ella me miro extrañada como si le estuviera hablando en otro idioma.
_ ¿que… que me estas pidiendo?_dijo ella con la voz ahogada.
_que no me odies por mi cobardía, por haberte dejado sola, por haberme conocido, por todas las cosas malas que te pasaron a cruzarte en mi camino pero, créeme una cosa Isabela eres, fuiste y serás el amor de mi existencia, se que no lo creerás, debido a todo lo que te sucedió a mi lado pero es la pura verdad, ahora con todo el dolor que me causa te dejo ir para que hagas tu vida, con quien escojas, yo no interferiré pero, créeme si alguna vez me necesita prometo estar, ni cielo, ni tierra, ni la misma Victoria podrá detenerme…_ dije rozando con mi mano su mejilla, la mire a los ojos, siendo totalmente sincero en ese momento y ella me regalo una media sonrisa, era todo lo que necesitaba para dejarla ir.
Me aleje unos pasos de ella, luego de dejar un beso en su delicada frente, todo en ella me recordaba lo cobarde que había sido al dejarla sola afrontando todo esto, este era mi único acto de verdadero amor que había echo por ella desde que la conocí.
Inicio de flashbacks
Era como todos los días en Forks lluvioso y sin un ápice de luz en el cielo, otra vez tenia que cumplir con mis horas extras en el restaurante, solo quería llegar a mi casa, abrazar a mama y comer algo decente no esta comida sin gracia.
Cuando entro ella, con su cabello chocolate goteando por la lluvia, casi oscuro, su capucha, frotándose sus dedos por el frío, estaba como nerviosa, si así se puede decir.
Me acerque para intentar ser amable pero se me callo la bandeja y ella se apresuro a agarrarla y nos golpeamos la frente, ambos nos miramos y nos reímos por la situación tan tonta, yo me quede perdido en sus hermosos ojos chocolate.
_me llamo Bella un gusto_ dijo esta con una sonrisa reluciente y cegadora extendiendo su pequeña mano hacia mi.
_y yo Riley el gusto es mío_ dije estrechando su mano, mientras ambos sonreíamos.
Fin de flashbacks
Ahora todo eso me parecía tan lejano, mientras dejaba mi último vestigio de humanidad, mi corazón junto a ello, solloce en silencio, sabiendo que no podía llorar por más que lo quisiera.
_ ¡Riley!_ dijo y me voltee con el corazón, que si hubiera latido lo hubiera echo ella me miro y me regalo una sonrisa genuina ¡que hermosa era!
_gracias_ dijo y se volteo y yo murmure de nada y me eche a correr.
Dejaba mi alma a su lado, mi bondad todo con ella y no me arrepentía, porque ella me había dado los mejores momentos de mi vida humana y de esta existencia maldita.
Ella había iluminado mis días oscuros y lo menos que merecía de mi era que la dejara ir, lamentaba todo lo que le sucedió y jamás me lo perdonaría a mi mismo pero, verla con ese nuevo brillo en los ojos me hacia feliz, después de todo uno de los dos puede ser feliz.
Así que la deje marchar porque ella y nadie mas que ella merecía ser feliz y aunque sentía como que me despedazaban, no importaba amaba a Bella y por amor uno tiene que dejar ir.
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