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lunes, 17 de enero de 2011

Frente al miedo, obsesiones






obsesiones


Él vampiro cegado por la sed hecho a andar detrás de su victima desconocida, cuando paro en aquella casa repleta de niños humanos, casi se arroja sobre ella pero, la vio. Estaba con ese encantador y sensual traje de caperucita, al vampiro se le hizo agua la boca cuando la vio por completo.

Su victima tenia un cuerpo de adolescente bien proporcionado, era delgada esbelta con una cintura diminuta bien formada sus senos quedaban bajo la capa roja y tenia un cuerpo de modelo, eso parecía. En ese entonces el vampiro no daba mas de deseo, luego la pobre Caroline se quito la mascara y la capucha para secarse las lagrimas con el dorso de la mano.

 Su cabello oscuro cayó en cascada y su rostro era de porcelana. ¿Qué derecho tenía de arrebatarle la vida a este pequeño angelito que desgraciadamente se cruzo en su camino? Ninguno y se arrepintió quedando mas bajo la copa de ese gran árbol en que se hallaba.

Luego la humana entro y el quedo allí incapaz de moverse demasiado interesado para alejarse de ella. Y luego de un rato salio con la otra humana y la escucho tan graciosa nunca se había divertido tanto.

¿Zombi, exorcista, muerto vivo? De cuantas maneras lo definió y estaba no tan lejos de la verdad sobre lo que era. Y encima había sido prudente ¿esconderse debajo de una cama? Con una escopeta en vez de una almohada pensó él ¿Cómo si eso lo lastimara? ¿Acaso ella creía que si le daba un tiro entre ceja y ceja moriría como un zombi? ¡Que divertida era esta humana! ¿Fiambre? Ja que graciosa.

 Definitivamente hoy iba a robarse a un ángel del paraíso y se la arrebataría de las manos a Dios. Total ¿Qué le había dado él? Le saco todo hasta la capacidad de morir, solo el cielo sabia cuantas veces lo había intentado, estacas, crucifijos, agua bendita, escopetas, caminar a la luz del sol y nada hasta se intento quemar vivo y nada, seguía igual de vivo. Era justo que obtuviera algo se lo merecía.


Mientras tanto Caroline bebía con su amiga un vodka mezclado con otro licor y lo que paresia una gaseosa. Y bailaban con unos chicos muy guapos al ritmo de la música electrónica. El estupido de su ex la miraba enojado como ella se movía al ritmo de la melodía con el cuerpo tan pegado a ese chico y sin siquiera mirarlo una vez.

Él le había engañado y ella no quería saber mas nada de él, solo dios y Samanta sabían cuanto sufrió. Ahora ella estaba recuperada por completo y ella no sentía ni siquiera desprecio por él, no valía la pena.

El vampiro la miraba desde lejos mientras ella se movía de manera sensual con esa falda tan diminuta. El miraba con desprecio a los humanos que se hallaban tan cerca de su ángel, deseaba romperle todos los huesos, desmembrarlos aun vivos y lo hubiera disfrutado en grande.

Pero luego la miró una vez mas suspiro y cruzo sus brazos en el pecho.  ¿De que modo podría conquistar a un ángel adolescente? Y mas con sus ojos rojos sin duda ella reconocería esos ojos y gritaría de horror y se alejaría de el con repugnancia ¿y la sangre? Tenía toda su camisa manchada de sangre.

Entonces se le ocurrió algo, vio a un humano disfrazado de príncipe con mascara y también pudo ver que llevaba lentes de contacto color verde, sonrió y cuando el humano se acerco a las sombras lo tomo rompiéndole el cuello para que no gritara.

 Lo desvistió con facilidad y se quito esas ropas sucias luego tomo las lentillas y se las coloco con cuidado. El cristal le molestaba a los ojos podía ver las miles de fisuras y evito que sus ojos se deshicieran del estorbo, luego se coloco la mascara y salio de la oscuridad.


Caroline se quedo mirando a el chico con traje de príncipe, un escalofrío recorrió su cuerpo mientras los ojos verdes del desconocido se clavaban en los suyos, había algo aterradoramente familiar en su mirada. Todo su cuerpo le gritaba que saliera de allí y como ella no estaba para hacerse la valiente, cuando el príncipe se le fue acercando ella corrió adentro.

El vampiro hizo una mueca de disgusto cuando el objeto de su obsesión desapareció en el interior de esa casa a la cual él no podía ingresar sin ser invitado. Astuta, precavida ¿Qué otra cualidad tenia esta chiquilla que lo atormentaba? Pensó con disgusto que ella no era normal, otra humana normal como de la que se alimento hubiera caído a sus encantos pero.

Esta huía de él como si llevara lepra, como los animales que cazaba de vez en cuando. Inteligente pensaba, muy inteligente, intuitiva, de buena memoria. La amiga no era igual a ella la tal Sam era tan corriente como cualquiera y se quedo embelesada con la belleza del vampiro, el le sonrío y la chica suspiro mientras su mejillas tomaban color por la sangre que se agolpaba.

Ella la llevaría a su angelito, se acerco con una sonrisa y comenzó a bailar con ella, luego manipulando la mente de la chiquilla con su don oscuro hizo que esta lo invitara a pasar.

Caroline no podía contener su corazón todos sus instintos le decían que huyera que estaba en peligro desde niña siempre tubo una especie de don para detectar el peligro busco las llaves de su auto pero recordó que las dejo olvidada en el auto.

¡Estupida! Pensó y abrió la puerta, desde la puerta de al fondo de la casa entro su amiga acompañada del sujeto disfrazado de príncipe, su amiga estaba en peligro con ese sujeto y si se marchaba ahora lo lamentaría luego, no pudo abandonar la sala mientras los inquietantes ojos del desconocido la miraban con anhelo y desesperación.

Iba a marcharse su ángel iba a escapar de él nuevamente pero, sin embargo se quedo y vio como Caroline miraba a su amiga. Noble pensó, buena amiga, se quedaría aun si su vida estuviera en peligro para salvar a su amiga. El pensó que hizo una buena elección a elegir a esa humana mientras ella permaneciera a su lado su ángel no huiría porque era una buena amiga, protectora pensó. Como una gallina con sus pollitos.
Sam se veía tan feliz en los brazos de ese perfecto extraño pensó ella ¿acaso no se da cuenta que es peligroso? Pensó con rabia mientras volvía a cerrar la puerta, no la iba a dejar con él ese sujeto le haría daño y ella lo evitaría.

-          ¿ibas a irte mala amiga? ¿Qué paso con el muerto vivo ya no te asusta?

-          No me iré a ningún lado Sam quédate tranquila. Ya no me asusta ese cadáver, si lo veo lo aplasto con mi coche una y otra vez así no vuelve a levantarse.


Dijo mientras lo miraba a los ojos repleta de ira, después de todo valiente pensó. Su amenaza iba directa hacia él quedando muy claro que si hería a su amiga ella lo buscaría y aniquilaría no le importaría si el fuera o no un ser sobrenatural ella encontraría el modo de matarlo. Niña fuerte pensó mientras no podía evitar esbozar una gran sonrisa mientras ella apretaba los dientes.

Caroline tenia los puños fuertemente apretados mientras indagaba con su visión periférica algo con que golpearlo y por fin lo encontró una escoba le partiría el mango de la escoba y cuando estuviera en el piso lo patearía si le hacia algo a su amiga. Su cuerpo se movió involuntariamente y alejo a su amiga de ese chico, colocándola detrás de su cuerpo.

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